CRÍTICA:
Por Sergi Sánchez
Los franceses son capaces de vender un argumento propio de “Pepito Piscinas” como si fuera el último grito en sociología popular. Que no les engañen: si “Los infieles” aspira a retratar una especie que tiende a reproducirse como los hongos bajo la lluvia –el Peter Pan adúltero y cuarentón, que no acepta que el paso del tiempo le arrebate su poder de seducción- con las pretensiones de un ensayo antropológico disfrazado de comedia para todos los públicos, el resultado es de una extrema vulgaridad, más cerca de Ozores que de los dioses de la comedia italiana de episodios a los que pretende invocar.
Más allá de la presencia de Dujardin (desde ya actor sobrevalorado) y Lellouche, almas del proyecto, en todos los sketches, “Los infieles” carece por completo de unidad de tono: explora, sí, la naturaleza infiel del macho alfa en plena crisis de virilidad, pero lo hace picoteando en la comedia de la humillación, en el gag hortera y de mal gusto y en el psicodrama de pareja, sin apostar por el gamberrismo desatado ni tampoco por la severidad civilizada. “Los infieles” sólo acierta cuando Michel Hazanivicius ridiculiza a su musa Dujardin convirtiéndolo en un vendedor de fertilizantes que sacrificaría a su madre por echar un polvo en un tenebroso hotel de convenciones.
FICHA TÉCNICA:
Director: Michel Hazanavicius, Jean Dujardin, Jan Kounen, Fred Cavaye, Alex Courtes, Emmanuelle Bercot, Eric Lartigau, Gilles Lellouche
Intérpretes: Jean Dujardin, Gilles Lellouche, Guillaume Canet, Sandrine Kiberlain, Geraldine Nakache, Melanie Douety, Aina Clotet
País: Francia
Año: 2012.
Género: Comedia
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